UN PEDIDO DE JUSTICIA

Se abre el quinto sello y vemos algo diferente, almas pidiendo justicia:

“Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sufrido el martirio por causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio. Gritaban a gran voz: «¿Hasta cuándo, Soberano Señor, santo y veraz, seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra muerte?» Entonces cada uno de ellos recibió ropas blancas, y se les dijo que esperaran un poco más, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que iban a sufrir el martirio como ellos.” Apocalipsis 6:9-11

El altar de Dios es nombrado de una forma reiterativa en el apocalipsis, es de oro y es el lugar donde se ofrecían las oraciones de todos los santos, además de suceder otras cosas que posteriormente veremos, pero es de gran importancia. Recordemos que santo no es una persona que declaran santa otros seres humanos, es todo creyente que ha decidido seguir a Cristo por lo tanto ha apartado su vida para El. Juan está viendo lo que sucederá, así que las almas bajo el altar significan que el alma sobrevive al cuerpo físico después de la muerte, no están en el milenio de reinado de Jesús porque estarían reinando con Él, están descansando, no están muertos ni inconscientes ni dormidos. Además al estar debajo del altar están en un lugar seguro y privilegiado.

Lo interesante aquí es que las almas que están clamando por justicia son las de los creyentes que murieron a causa de creer en el Evangelio, no de todos los creyentes puesto que es inevitable que todos vamos a morir, estos son los que entregaron su vida, fueron maltratados, vituperados y escarnecidos pero no negaron su Nombre. Ellos sabían que un día iba a haber un juicio y ahora están clamando por justicia, sabían lo que decía la Palabra en cuanto a vengarse: “Mía es la venganza; yo pagaré. A su debido tiempo, su pie resbalará. Se apresura su desastre, y el día del juicio se avecina”. Deuteronomio 32:5. “digan a los de corazón temeroso: «Sean fuertes, no tengan miedo. Su Dios vendrá, vendrá con venganza; con retribución divina vendrá a salvarlos». Isaías 35:4. Nuevamente vemos cómo recuerda el apóstol Pablo estas citas en el nuevo Testamento “No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor.” Romanos 12:19.

Vemos entonces que no es un mero capricho de estas almas rogándole al Señor que cumpla lo que había prometido, conocían la Palabra y por eso ellos no se vengaron, ellos se sujetaron incluso a morir de manera terrible por amor a quien los amó primero y tendrán justicia en el tiempo del Señor. Quieren justicia ya, pues sabían que el día del juicio iba a realizarse pero se les pide esperar, cosa que para todo ser humano es muy difícil y debemos recordar que el tiempo del Señor es perfecto. Tristemente nos damos cuenta que faltaban más personas por morir de la misma manera que ellos y vemos hoy día cuántos misioneros y creyentes están muriendo a causa del evangelio; sé que puede sonar injusto pero para que se cumpla la Palabra todos deben haber escuchado las buenas nuevas de salvación, es una decisión personal recibir a Cristo o no hacerlo, y eso implica ir a un campo de batalla agreste y hostil en muchos casos, esta guerra no es por tierras o dinero, esta guerra es por almas, son tesoros para el Señor y sus hijos lucharán por conquistarlas a través de la Palabra y ganarlas para una eternidad con Cristo. Pero como en toda guerra algunos morirán de manera cruel, no lo hacen por bobos, ellos saben que la lucha vale la pena y podemos ver que no estarán en cualquier lugar, estos mártires estarán junto al altar.

Así que ¿estás preparado para defender tu fe hasta la muerte? Sabemos que Dios no permite nada que no podamos resistir y yo creo que solo los valientes pueden soportar tantos oprobios, honestamente con lo cobarde que soy hasta para una caída no me imagino soportar tanto y le pido a Dios que me libre de algo así, pero es una decisión que debemos hacer conscientemente antes de que las cosas sucedan y si es necesario pasar por ello para que otros sean salvos es importante soportar ya que siempre saldremos vencedores. Demos gracias por todos esos valientes que hicieron posible que nosotros tengamos la posibilidad de leer libremente la Palabra y oremos por los que están haciendo posible que muchos la conozcan y sean salvos aún a costa de su propia muerte.

Dios te bendiga en el nombre de Jesús.