TIBIEZA ESPIRITUAL

¿Has conocido creyentes que han crecido financieramente pero se les ha olvidado darle la honra a Dios o su vida dista mucho de ser realmente un hijo de Dios? Bueno, hoy a diferencia de las primeras cinco cartas que tenían algo bueno y algo de que arrepentirse o la de Filadelfia que solo tenía palabras de ánimo, a la Iglesia de Laodicea solo se le reprende:

“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” Apocalipsis 3:14-22

Miremos el contexto de la riqueza de Laodicea para entender y vislumbrar un poco cómo se parece a la vida actual de muchos: Laodicea era una de las ciudades más prósperas de la región gracias a su comercio. Estaba estratégicamente localizada en el encuentro de rutas comerciales, la del este-oeste y la del norte-sur. Por esto, se convirtió en una ciudad banquera, donde se intercambiaba todo tipo de moneda. La ciudad era tan rica que se dieron el lujo de rechazar la ayuda del imperio romano cuando un terremoto devastó la región en el año 60 a.C. Ellos contaban con suficientes recursos propios para la reconstrucción. Este era un pueblo rico, orgulloso y autosuficiente…pero había algo que no tenían: agua. Ellos se vieron forzados a comprar agua de los pueblos vecinos, la cual era transportada a través de acueductos. A la ciudad de Hierapolis le compraban agua caliente, que provenía de fuentes termales; de Colosa provenían aguas frescas de manantiales. Los romanos construyeron acueductos que transportaban el agua. Para el tiempo en que el agua llegaba a Laodicea, ésta se volvía tibia. Pero no podían tomar el agua de inmediato, sino tenían que esperar que se enfriara, ya que si se tomaban tibia, podía producir náusea, no sólo debido a la temperatura sino también a los minerales que traía el agua.

Conocer la historia es muy importante para entender el contexto, Dios usó símiles para que ellos y nosotros pudiéramos entender gráficamente lo que sus actos o los nuestros provocan en Él.

Así que no basta solo con creer y conocer la Palabra, es necesario morir como el grano de mostaza (Mateo 13:31-58) pero no morir físicamente necesitamos morir a nuestra vanidad y a todo deseo que nos aleje de Dios para recibir la nueva vida que solo Él puede dar. La vida misma refleja si nuestra entrega es real o simplemente una pantomima que nos hace tibios, y sé que esta palabra es muy dura, siempre me impresiona que esa tibieza genera vómito, es repugnante para el Señor porque de alguna manera si nos fijamos bien, realmente el que es tibio es el que está menospreciando primero al Señor, quizás usa su Palabra como un escudo pero su corazón dista mucho de darle la gloria, es vanidoso y cree que todo lo que ha logrado lo debe a su propio esfuerzo, seguro empezó siendo un creyente fiel, pero dejó que las riquezas ocuparan el lugar del Señor y éstas terminaron enseñoreándose de él.

Al igual que todas las iglesias anteriores esta está a tiempo de arrepentirse y enderezar su camino, lo que más me gusta del Señor es que nos avisa, nos amonesta porque nos ama, porque no quiere que nadie se pierda aunque respeta la decisión que tomemos pero si tomamos la decisión equivocada no es porque no sepamos las consecuencias es por la necedad del corazón como cuando nuestros padres nos advierten sobre diferentes riesgos y nosotros neciamente desobedecemos viendo un final desventurado sabiendo que habríamos podido tener un mejor camino de la mano de Dios y de la obediencia.

Es interesante como a unas personas tan ricas les dice que realmente están desnudas, desventuradas y pobres!!! Porque la verdadera riqueza está en Dios independiente del dinero, pertenecer a la Familia Real Verdadera te hace más rico que Bill Gates o cualquiera de los millonarios árabes, no te dejes envanecer por las riquezas o pongas tu corazón en ellas, quizás no tienes recursos pero crees que cuando los tengas tendrás todo… estás poniendo tu corazón en el dinero o al contrario tienes mucho dinero y descansas tranquilo porque tienes tu vida asegurada, cuidado ¿si hoy te llama el Señor a su presencia disfrutarás de estar a su lado eternamente o estarás lejos de él eternamente? Y el final realmente es tu decisión no la del Señor, Él ya decidió por ti, murió y resucitó para darte vida eterna si la recibes o no solo te compete a ti. Si te arrepientes y vences la recompensa de hoy será sentarse con Jesús en su trono, él venció y dio ejemplo de cómo hacerlo a través de su propia vida en la tierra, sino sabes cómo tomar decisiones sabias consúltalo con él, su Santo Espíritu sabrá guiarte a tierra de rectitud.

De verdad y de corazón quienquiera que seas que leas este mensaje, anhelo estar sentada a la mesa del Señor contigo, no te dejes enredar por los afanes y las vanidades de la vida que son solo un soplo pero Dios es eterno.

Dios te bendiga en el nombre de Jesús.