CONOCIENDO EL PECADO
- mariaisalon
- 14 nov 2017
- 3 Min. de lectura
CONOCIENDO EL PECADO La palabra pecado es ampliamente conocida o más bien nombrada pero quizás no muchos conocen a profundidad lo que significa realmente. Pecado: Pensamiento, palabra o acción que considera va contra la voluntad de Dios. La palabra "pecado" se asocia con la raíz indoeuropea *ped-, que significa "pie" y más próximamente del latín "pecco" (contracción de pedico), "tropezar" y de ahí "cometer una falta". Sí, pero la palabra pecado viene directamente del latín peccatum (delito, falta o acción culpable). Al pecado se contrapone la justicia Justicia: Principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde. viene del latín justitia (normalmente escrito como iustitia). Justitia es una palabra creada a partir de la palabra básica justus (significa justo, legítimo, etc). Ahora veamos lo que nos explica la escritura en cuanto a ello, puede parecer un trabalenguas pero Juan quería dejar muy clara la diferencia entre los dos: “Todo el que comete pecado quebranta la ley; de hecho, el pecado es transgresión de la ley. Pero ustedes saben que Jesucristo se manifestó para quitar nuestros pecados. Y él no tiene pecado. Todo el que permanece en él no practica el pecado. Todo el que practica el pecado no lo ha visto ni lo ha conocido. Queridos hijos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como él es justo. El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo. Ninguno que haya nacido de Dios practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él; no puede practicar el pecado, porque ha nacido de Dios. Así distinguimos entre los hijos de Dios y los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es hijo de Dios; ni tampoco lo es el que no ama a su hermano.” 1 Juan 3:4-10 La ley se refiere a la Palabra de Dios, es importante la aclaración ya que hay muchas leyes humanas que van contra los preceptos divinos, y por tanto no tenemos obligación de cumplirlas, es decir si te basas en una ley humana para cometer un pecado, en la tierra se te aceptará humanamente hablando pero estarás rechazando tajante y libremente al Señor, tan sencillo como si tu jefe (teóricamente autoridad) te dice que tergiverses las cuentas de la empresa para evadir fiscalmente al Estado, pero eso va en contra del mandamiento “no robarás” siendo así, la “justicia” que hay en ti probará de quién eres hijo realmente, si del Dios de dioses y Señor de señores o de satanás. No hay términos medios. Esta cita no es para acusar y culpar como algunos podrían verla, es para que confrontemos nuestra vida, nos arrepintamos, veamos claramente la diferencia y nos apartemos para tener una verdadera vida junto a Dios en la tierra y eternamente. Al final de este mensaje, adjunto un video donde podrás ver claramente lo que implica amar al Señor por encima de todo, bíblicamente podemos encontrar infinidad de ejemplos y uno que me maravilla es Daniel, expuso su vida y no le importó ir al horno de fuego o al pozo de los leones con tal de no deshonrar al Señor. Que Dios te bendiga en el nombre de Jesús, y puedas disfrutar el hecho de ser realmente un hijo de Dios liberándote del pecado que te aleja de El.
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