LA VERACIDAD DE LA ESCRITURA

Uno de los aspectos importantes de un juicio son los testigos oculares, es decir personas que hayan visto el asunto en cuestión, para los humanos es tan fácil creer que el hombre fue a la luna, que Platón escribió lo que escribió o que lo que le dice un amigo es cierto, toda teoría está bien, pero cuando lo acercan a Jesús, todo se complica, ahí sí la Biblia la escribieron humanos, es un mito, no puede ser cierto, todo se cuestiona, porque sencillamente se rebaja la majestad de Dios al nivel humano, nosotros somos solo un suspiro al lado de su grandeza, no podemos dimensionar su poder y su gloria solo vislumbrarla, algunos creemos porque El se ha hecho vida en nuestra vida, porque damos credibilidad a su Palabra y lo que ella implica, otro no, pero no por eso la Palabra deja de existir. Pedro fue un testigo ocular de las profecías acerca de Jesús, por lo tanto pudo cambiar su cobardía en valentía en cuanto comprobó que Jesús era realmente Dios al punto de entregar su vida por esa verdad:

“Por eso siempre les recordaré estas cosas, por más que las sepan y estén afianzados en la verdad que ahora tienen. Además, considero que tengo la obligación de refrescarles la memoria mientras viva en esta habitación pasajera que es mi cuerpo; porque sé que dentro de poco tendré que abandonarlo, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. También me esforzaré con empeño para que aun después de mi partida ustedes puedan recordar estas cosas en todo tiempo. Cuando les dimos a conocer la venida de nuestro Señor Jesucristo en todo su poder, no estábamos siguiendo sutiles cuentos supersticiosos, sino dando testimonio de su grandeza, que vimos con nuestros propios ojos. Él recibió honor y gloria de parte de Dios el Padre, cuando desde la majestuosa gloria se le dirigió aquella voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él». Nosotros mismos oímos esa voz que vino del cielo cuando estábamos con él en el monte santo. Esto ha venido a confirmarnos la palabra de los profetas, a la cual ustedes hacen bien en prestar atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día y salga el lucero de la mañana en sus corazones. Ante todo, tengan muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación particular de nadie. Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo. 1 Pedro 1:12-21

Me gusta esta forma de hablar… aún en ese entonces Pedro sabía que muchos creían que Jesús era un “cuento supersticioso” pero también sabía que un testigo ocular era absolutamente válido para comprobar la veracidad de un asunto, el punto aquí es que no hubo un testigo ocular, fueron muchísimos los que dan fe de la Verdad que es Jesús, incluso la historia de muchos países que no creían en Dios, autores literarios dan fe de su existencia, la diferencia de Jesús con cualquier otro profeta es una: El resucitó, pero no lo vieron solo los apóstoles ya que hubiera sido fácil realizar ese cuento supersticioso, él se quedó en la tierra por 40 días más antes de ascender al Cielo, donde les dejó el Espíritu Santo : “ Después de padecer la muerte, se les presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios.” Hechos 1:3

Jesús es tan real hoy como hace 2000 años, la Palabra de Dios es igualmente real, es increíble la cantidad de personas que han querido destruírla, blasfemar contra ella, demeritarla y aún así continúa intacta, sobre todo porque comprueba lo que dice la Escritura “Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.” Hebreos 4:12

Es cierto, cuando te acercas a ella con un corazón dispuesto, penetra tu alma y jamás podrás ser igual. Con todo esto, solo resta decir que creer es una decisión entre hacer tu voluntad o la voluntad de Dios esa es la pelea real interna de todo ser, tienes todas las evidencias en frente tuyo, quizás no todas las respuestas a tus preguntas, pero ahí está El, tan real como hace 2000 años, esperando que creas en su infinito amor, misericordia y perdón para darte no solo una vida nueva sino una vida eterna. Seguirán existiendo mil argumentos para negar su existencia pero nuestro deber es derribarlos “Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas.

Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.” 2 Corintios 10:4-5

Que Dios te bendiga en el nombre de Jesús y te dé la convicción que necesitas para destruir los argumentos y orgullo levantados contra Dios.

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