Viviendo el Ejemplo de Cristo
- mariaisalon
- 29 oct 2017
- 3 Min. de lectura

Hay muchas personas ejemplares pero por más buenas que ellas sean jamás podrán igualar a Jesús, por tanto el apóstol Pedro nos invita a seguir no a un humano que se equipare a nosotros, por más motivacional que éste pueda ser, sino a Jesús quien siendo 100% Dios fue 100% humano con todo lo que implica vivir en la tierra, solo que tuvo una diferencia: no pecó. Dándonos así ejemplo de poder vivir una vida conforme a su voluntad sin apartarse del mundo.
“Por tanto, ya que Cristo sufrió en el cuerpo, asuman también ustedes la misma actitud; porque el que ha sufrido en el cuerpo ha roto con el pecado, para vivir el resto de su vida terrenal no satisfaciendo sus pasiones humanas, sino cumpliendo la voluntad de Dios. Pues ya basta con el tiempo que han desperdiciado haciendo lo que agrada a los incrédulos, entregados al desenfreno, a las pasiones, a las borracheras, a las orgías, a las parrandas y a las idolatrías abominables. A ellos les parece extraño que ustedes ya no corran con ellos en ese mismo desbordamiento de inmoralidad, y por eso los insultan. Pero ellos tendrán que rendirle cuentas a aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. Por esto también se les predicó el evangelio aun a los muertos, para que, a pesar de haber sido juzgados según criterios humanos en lo que atañe al cuerpo, vivan conforme a Dios en lo que atañe al espíritu. Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada. Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados. Practiquen la hospitalidad entre ustedes sin quejarse. Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas. El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios; el que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.” 1 Pedro 4:1-11
Como puedes ver, cuando se tiene claro el regalo de la salvación, pasa a segundo plano agradar a tus amigos, hijos, espos@, jefe, empleados… lo que sea, si te dicen que hagas o digas algo que está lejos de la voluntad de Dios, no lo harás, no por rebeldía que eso sí sería un problema, sino por obediencia a Dios, sí, seguro serás impopular, seguro ya no te invitarán a ciertas cosas donde saben que no cabes, Jesús mismo lo predijo “Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes.” Mateo 5:11-12.
Pero también sabrán acercarse a ti cuando necesiten un buen consejo o una oración, un abrazo o palabras de aliento. Querrán a ese Dios al cual te has aferrado en medio de las tormentas, el que te ha sostenido y aún así ven una sonrisa en ti sabiendo que estás atravesando por un desierto, no porque lo niegues sino porque aunque reconoces lo que estás pasando, tienes una paz que cualquiera envidiaría. Somos llamados a ser luz en medio de la oscuridad no a igualarnos a la oscuridad porque entonces: “Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: “¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae] buenas nuevas!” Romanos 10:14-15
No desmayes si ves que por tu fe, te apartan, sigue adelante y si aún no tienes fe en Jesús y su obra de redención, pídesela, El jamás le negará a un corazón dispuesto a creer la posibilidad de aumentar su fe.
Dios te bendiga en el nombre de Jesús y el Espíritu Santo te dirija a seguir el ejemplo de Cristo.
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