VIVIENDO EN ARMONIA

Creo que si hay algo que toda la humanidad anhela es vivir en armonía, en paz, tranquilamente, el apóstol Pedro, ese hombre irascible que cortó la oreja de Malco porque se llevaban a su Señor, el mismo que negó a Jesús tres veces, después de la resurrección de Jesús y recibiendo el poder del Espíritu Santo tiene un cambio radical por tanto da instrucciones de qué hacer para vivir en armonía unos con otros:

“En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. En efecto, el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal». 1 Pedro 3:8-12

Nadie al tener una experiencia real con Jesús vuelve a ser el mismo, algunos nos demoramos más otros menos, pero creo firmemente que la diferencia está en disponer el corazón y rendirnos a El, cuando lo hacemos puede transformarnos, estamos llamados a vivir de una manera diferente a lo que el mundo ofrece, si te dicen que debes vengarte Dios te dice: déjamelo a mi (Romanos 12:19), si te insultan Dios te dice: calla, me sorprende porque Jesús fue un gran ejemplo en medio de un oprobio que ninguno de nosotros creo que soportaría: “quien cuando le ultrajaban, no respondía ultrajando; cuando padecía, no amenazaba, sino que {se} encomendaba a aquel que juzga con justicia;” 1 Pedro 2:23 si te dicen que debes mentir Dios te dice ni se te ocurra (Proverbios 12:22) y cuando de bendecir se trata, todos bendecimos a las personas que amamos pero Dios nos da un empujón a adicional y te dice no solo a ellos sino a tus enemigos y encima de todo ámalos (Mateo 5:38-48).

Vemos en la cita de hoy que la única forma que Dios escuche nuestras oraciones es si estamos obedeciéndole, hacer el mal no se trata solo de matar o robar sino de desobedecer su Palabra y cuando lo hacemos dice que su rostro está en contra, nuevamente es nuestra decisión vivir acorde a su voluntad o alejarnos de ella, las consecuencias buenas o malas son parte de ello.

Dios te bendiga en el nombre de Jesús. Que puedas vivir en armonía con todos los que te rodean.